El derecho militar establece un conjunto de normas esenciales para la disciplina y el correcto funcionamiento de las Fuerzas Armadas. Dentro de este marco normativo, las faltas graves contra los deberes del servicio tienen una relevancia crucial, pues su incumplimiento puede afectar la seguridad y eficacia de la estructura militar.
Uno de los aspectos clave en este contexto es la ausencia del militar en sus funciones asignadas, y muchos militares vienen al despacho buscando ayuda porque se les ha iniciado un procedimiento disciplinario sobre esta materia.
El artículo 7.15 de la legislación disciplinaria militar señala que el incumplimiento de las obligaciones del centinela o de otros servicios de armas, transmisiones o guardia de seguridad constituye una falta grave, siempre que no cause un perjuicio significativo al servicio. Asimismo, el abandono de otros tipos de servicios o guardias también es considerado una falta grave, dado que afecta el desarrollo normal de las funciones dentro de una unidad militar.
Dicho marco establece en primer lugar las responsabilidades específicas del personal en funciones de centinela. vigilancia y protección, garantizando que las misiones encomendadas se cumplan sin interrupciones ni omisiones. Una omisión en el cumplimiento del deber puede comprometer la seguridad de una instalación militar o de un operativo en curso. El simple hecho de dejar un puesto sin la debida autorización puede llegar a representar una vulneración de la disciplina, con implicaciones graves para la organización castrense.
Dentro de la falta grave, también se encuentra la segunda modalidad relacionada con el abandono de servicios que no son propiamente de guardia o seguridad, ni se encuadran en el concepto de centinela. Esto incluye funciones como el servicio de orden, de cuartel o de conductor, cuyo incumplimiento puede afectar la operatividad y el rendimiento general de la unidad.
El derecho disciplinario militar se basa en el estricto cumplimiento de los deberes asignados a cada miembro de las Fuerzas Armadas. La disciplina y la obediencia a las órdenes superiores garantizan el funcionamiento eficiente de la estructura castrense, por lo que cualquier vulneración a estos principios debe ser sancionada conforme a la normativa vigente. En este sentido, las faltas graves contra los deberes del servicio no solo afectan al infractor, sino que comprometen la seguridad y cohesión de la institución en su conjunto.
Sin embargo, es muy importante conocer los límites de las faltas disciplinarias, así como la interpretación que se hace de ellas, para que el militar pueda encontrar el asesoramiento jurídico preciso que le permita abordar el procedimiento disciplinario con suficientes garantías. Deslindar esta falta disciplinaria grave para que la misma sea calificada -como mínimo- en una falta leve, o conseguir el archivo del procedimiento, es el principal objetivo del abogado.
Por ello, desde Unive abogados siempre iniciamos las conversaciones con los militares que se han visto envueltos en este tipo de procedimientos con una conversación sincera sobre los hechos. Explicamos con palabras sencillas lo que significa la falta disciplinaria y nos ponemos a disposición del militar para asesorarle a lo largo del procedimiento con las mayores de las garantías.
En conclusión, el régimen disciplinario militar es un pilar fundamental para la preservación del orden y la seguridad en las Fuerzas Armadas. La rigurosa aplicación de la normativa que sanciona las faltas graves no solo es una necesidad operativa, sino un mandato legal que refuerza los valores fundamentales del servicio militar: responsabilidad, disciplina y compromiso con la defensa nacional.
En definitiva, la existencia de una jurisdicción militar especializada requiere de un asesoramiento también especializado. Por ello, desde Unive Abogados contamos con abogados expertos en la materia que proporcionan un asesoramiento riguroso.